Reflexión de un ex-atleta sobre la labor médica en el deporte

Rene Díaz molina:

·         Ex atleta de la selección nacional de atletismo de cuba / ex lanzador de martillo

·         Licenciado en deportes y cultura física por el instituto cubano superior de cultura fisca

·         Licenciado en psicología por la universidad de la habana

Aprovecharé este muro para verter algunos comentarios como ex atleta de altos rendimientos.
Personalmente me une una estrecha relación de amistad incondicional con este médico del deporte, muy valorado en Valencia en todos los círculos donde se desempeña.
Amigo de sus amigos y un dedicado a su profesión de médico, como pocos que conozco diría que ama su profesión.
Con esta breve introducción acerca de mi amigo el Doctor Firas, quiero exponer, que su dedicación a la medicina del deporte en Valencia, ha hecho que mucho pacientes busquen su asesoramiento para tratamientos relacionados con la cultura física, el tratamiento de lesiones e incluso determinados tratamientos necesarios para el desarrollo físico y muscular tan necesario para la consecución de diferentes objetivos tanto en el ámbito deportivo como en el personal.

He tenido la oportunidad de leer su blog personal, sus artículos y opiniones acerca de las grandes contradicciones legales para entender el trabajo de muchos profesionales de la medicina deportiva a la hora de recetar determinados medicamentos, contradicciones que pueden llegar a poner en juego la continuidad de estos necesarios especialistas a la hora de ejercer su profesión.
El culto al cuerpo no es un fenómeno solamente de nuestros días, toda una vida el ser humano ha sentido la necesidad de sentirse bien consigo mismo y de cara a los demás. 
La sociedad en gran medida marca el estilo a seguir para ser aceptado y con el curso de los años ya no solo eso, hoy en día no es difícil convivir con que para determinados trabajos son exigidas determinadas características físicas, que para ser logradas, yo diría que diseñadas, solo pueden ser posible su consecución con el asesoramiento de estos galenos.

Esta reflexión anterior, llevada al extremo, nos permite también exponer, que de igual manera, en los deportes de alto rendimiento es más que necesaria la presencia de estos profesionales, para sostener las cada vez más elevadas exigencias que impone la consecución de grandes marcas o estar casi siempre a pleno rendimiento por las duras etapas competitivas de hoy en día, sería posible sin su atención y valoración. Y también es necesaria para conocer la ley antidopaje y actuar en consecuencia de ella, así habrá deporte limpio y tolerancia cero hacia el dopaje. 

Se han preguntado por qué un policía o escolta público bien preparado, joven, novato o aquellos que se dedicaran a las brigadas o cuerpos especiales pueden llegar a lucir cuerpos esculturales. Les aseguro que a base de paellas es imposible, detrás siempre hay un medico asesorando el cuidado y la prescripción de cuales métodos se deben seguir para llegar a tener esos envidiados físicos, porque sencillamente su labor exige de un tipo de preparación que es totalmente diferente de la de un ciudadano normal.

Es más, considero que teniendo en cuenta que hoy en día son muchos más los ciudadanos ya no tan normales que lucen cuerpos bien preparados para cualquier contienda, pues con más razón hay que exponerlos a largas sesiones de preparación y en ello va incluida una estimulante farmacéutica que cumple los objetivos de preparación para grandes cargas de trabajo, el mantenimiento del esfuerzo físico, los grandes rendimientos y luego para la etapa de recuperación.

Esto no difiere mucho de la preparación de un atleta de alto rendimiento.
La sociedad en general está expuesta a grandes resultados, vivimos en una constante competitividad, que en el deporte se traduce en logro de resultados, pero en la vida normal se traduce en resultados que rozan el stress.

Estamos expuestos a tanta presión que sin darnos cuenta, día a día estamos dando lo mejor de nosotros a nivel físico y mental y eso nos lleva al agotamiento...por eso son necesarios estos especialistas, porque ellos están preparados para indicar y contraindicar qué es lo más adecuado para el logro de nuestros objetivos en la sustitución de nuestras carencias y necesidades.

Cuando acudía a mi médico deportivo, necesitaba su orientación sobre qué era lo más conveniente para recuperarme o para poder estar preparado de cara a los grandes eventos. Os puedo asegurar que si no tuviera ese médico, buscaría asesoramiento donde fuera necesario, porque yo sabía lo que estaba en juego.

En la sociedad donde vivimos, eso es lo que hoy hacen todas las personas que quieren estar bien consigo mismo, que quieren ser aceptados por los demás, y los demás no son solo las demás personas, no, me refiero también al puesto de trabajo donde si no cumples los cánones de imagen o lo que denominan don de gentes camuflado, no hay entonces cabida y ellos saben cómo lo puedes lograr.

No hay misterio, si quieres moldear tu físico, haz ejercicios, y si quieres hacer mucho pero mucho ejercicio, el cuerpo tiene un límite y estimularlo requiere de un buen asesoramiento médico. Ellos saben cómo hacerlo, están formados para saberlo.

Uso la palabra anabolizantes, que no es sinónimo de doping ni de daño a la salud si está controlado por un médico, como cualquier otro medicamento legal en este país.
No es lo mismo, no tengo conocimiento general del vademécum médico, aunque sugiero a todo deportista de alta competición que lo consulte, porque hoy en día, el porcentaje de medicamentos que está considerado como dopantes o que contiene alguna sustancia prohibida es tan brutal, que hasta para quitar un resfriado te estás jugando toda tu carrera deportiva.
Por eso son necesarios estos médicos.

No hay que profundizar demasiado en lo que el Doctor Firas nos expone en sus artículos.
Nos está diciendo que existe una gran contradicción entre lo que a él le han dicho que es legal en su procedimiento y la manera en la que luego y dependiendo del contexto es valorada por la justicia.

Si un médico receta algo que es legal, no dirigido hacia deportistas ni con intención de dopar a nadie, y luego le dicen que está cometiendo un delito, ¿cómo se digiere?

Un paciente acude a su consulta buscando su ayuda para ser aceptado y sobre todo para mejorar, este le receta lo que es de legal adquisición y luego le dicen que comete un delito en ello.

Los pacientes en cuestión nunca son atletas o deportistas de alto rendimiento, ni siquiera están federados en ninguna federación del Consejo Superior de Deportes.

Concluiré diciéndoles, no me quiero ver en la piel de un médico, que a sabiendas de que lo que suministra a un ciudadano común, es consciente de que puede traer grandes problemas para la salud a quien indica su tratamiento.
A estos caiga sobre ellos el peso de la ley.

Pero aquí estamos hablando de lo que legalmente te recetan y puedes comprar en las farmacias. Os aseguro que los casos sonados de doping son por productos de difícil acceso, y no quiero tapar el sol con un dedo y decir que no existen médicos corruptos, médicos que incluso deben actuar muchas veces por las exigencias de un guión de patrocinadores de equipos que necesitan a toda costa resultados, incluso personas que no necesitan ir a un médico deportivo porque existen traficantes en el mercado negro que te venderán lo necesario.

Pero alguien que en cumplimiento de sus funciones receta lo que sabe que es legal a ciudadanos normales que no practican deporte a nivel federativo, y que se expone a ser declarado un delincuente... Aquí falla algo.